Era la madrugada del 14 de febrero, día de los Enamorados, y esta tos que no me deja dormir . En cualquier momento me ahogo. Ya lo se, ya me pasó. ... Ahora estoy solo.. Qué hago?"... Soletero, 77 años cuidando de si mismo como le salía, tratando de generar el menor daño posible a su alrededor, cosechando afecto y cariño de familiares, amigos, con más sobrinos postizos que muchos a su edad.
Con calma, como siempre, se nebulizó para evitar que la tos le provoque un ahogo que llegue a mayores. Pero no estaba conforme. Pensó en llamar a su hija. Esa mujer de 51 años, que pese a no llevar su apellido tiene la estirpe tanto en su rostro como en su estilo de vida...Pero no, es muy temprano, se va a asustar.
Podría haber golpeado la puerta de su hermano, como tantas otras veces, pero tambien pesó la hora más que sus pulmones. Mejor llamo un remis y me voy al hospital. Total, me dan una pichicata, la caripela para nebulizar un rato más y me vuelvo......
Así lo hizo, convencido del Voy y Vuelvo. Salió sin documentos, ni medicamentos, directo al hospital....
Pero el dìa avanzaba y llamaba la atención que no se asomara para "tomarnos unos mates" o para una charla al pasar, en la esquina o en la verede, frente a la casa que lo vio ponerse los pantalones largos.
Paso el domingo , amaneció lunes y los amigos empezaron a buscarlo. Dónde está? No contesta el teléfono , ni a la puerta de su casa. Se habrá ido de viaje? , Empezaron a llamarse unos a otros, reconstruyendo la red de contactos, que eran amigos, queridos, compañeros y compañeras de ruta, No como los cantactos de ahora, esos de las redes sociales. Pero no había Novedad.
Su hija y su hermano acordaron esperar unos días, porque el era así. Era libre, No daba parte a nadie de dónde iba ni a quien veía, Y asi lo aceptaban. Así lo querían desde siempre , desde hacía 77, casi 78 años. Más que suficientes para crear su identidad...................
(continuara)