TODOS, ALGUNOS, NINGUNO. A temprana edad (alla lejos y hace tiempo) la lógica le impuso a estas palabras un significado más profundo que el habitual. Hoy por hoy reveo su valor.
TODOS quieren la paz mundial, pero algunos creen que se logrará con armas.
NINGUNO quiere la corrupción, pero muchos "coimean" al policía, al inspector municipal, o "ayudan" a quien pueda acelerarle un trámite.
Pero estoy segura, no son TODOS.
Entonces el NINGUNO pierde sentido, porque no iguala a TODOS.
ALGUNOS diran que es porque entra a jugar la MAYORIA.
Pero si la MAYORIA esta conformada por muchos UNO, entonces lo que entra a valoración es el UNO.
Y si el UNO es el que suma, entonces hay que empezar por UNO. Valorar las acciones individuales producto y consecuencia de los principios. O sea, coherencia. Si UNO empieza por respetar al otro UNO, si UNO actúa de acuerdo a lo que proclama. Si cada UNO es conciente de que el otro UNO es tan importante que no podemos dejar de lado su actividad, su pensamiento, su existencia.
Si UNO deja de pensar "si TODOS lo hacen...", entonces, quizás, algún día la suma de UNOS será el TODOS y quzás así logremos la paz mundial, no?
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