Estar en el medio siempre genera problemas: los hermanos del medio, las calles entre avenidas, los hijos de padres que se separan, los colores medios que no son ni chicha ni limonada. Pero también es complicado para las empresas, para las que entraron y quedaron en el medio. De què habla delfino?. Hablo del mercado de telecomunicaciones, de las promesas que gestó su apertura, de las esperanzas de competencia leal y de las innumerables ventajas que iba a tener el Señor Usuario y el Cliente Rey, tal cual las denominaciones que le puso el Secretario de Comunicaciones que logró la firma presidencial de los decretos de apertura del mercado.
El panorama a 9 años de aquellos decretos volvía a traer, proyecto de ley de medios mediante, el debate de los mono y los oligopolios. Las cableras versus las telefónicas. Ahora, con la decisión de sacar a las telcos del proyecto para asegurar un tratamiento legislativo menos complicado de la ley, una vez màs otras empresas quedaron en el medio. Esas que entraron al mercado poniendole las fichas a la apertura, a la desregulación, que pelearon judicial y empresarialmente por lograr infructuosamente que se avance en los reglamentos de Servicio Universal, Portabilidad numérica, Desagregación del bucle del abonado. Las mismas que por su presencia más fuerte en la ciudad dònde Dios Atiende, Buenos Aires, demuestran con hechos que las grandes empresas no llegan a todos lados y que los precios no son los mismos en las urbes que en los pueblos del interior. Esas, una vez más quedaron en el medio. No son cooperativas ni son monopólicas. Algunas tienen base de decisiòn fuera del país pero otras nacieron y se criaron e estas pampas. Estas, una vez más quedaron en el medio.
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